La era de la «desinformación»…

Nos encontramos en plena era digital, cuando el alcance de la información es espectacular y todo el mundo está al corriente de lo que ocurre en cualquier lugar y en cualquier momento gracias a los avances tecnológicos y la gran cantidad de dispositivos de que disponemos para transmitir todo lo que sucede, lo que debe suponer el sueño dorado para cualquier periodista y facilitarle su trabajo…al menos en teoría…

La realidad, la triste realidad, es que al margen de los problemas que atraviesa esa profesión debido a la mal llamada crisis, lo que hace que los profesionales estén cada vez peor pagados y se enfrenten una y otra vez a ERES y contratos basura (tanto o más que otras actividades laborales), encima se enfrentan (los que honran su profesión, que son muchos) a otro problema: la desinformación institucionalizada que se ejerce desde los poderes mediáticos…

El tratamiento que se da a muchas noticias desde medios interesados hace que se oculte la verdad en muchos casos o se tergiverse la realidad, lo que es aún peor…un ejemplo palpable lo tenemos en la jornada del 22M, que ha pasado sin pena ni gloria para algunos medios, preocupados simplemente en no perder los ingresos que reciben de las instituciones de papá Estado, a tal punto de relativizar el alcance de la concentración o minimizarla hasta parecer un mal chiste: el diario El País, sin ir más lejos, tradicionalmente considerado de izquierda ( o más exactamente “arrimado” al PSOE, que no es lo mismo), publica sin el más mínimo pudor que “decenas de miles de personas gritan en Madrid contra los recortes”, mientras la prensa extranjera (que no tiene intereses creados en el tema) habla de más de dos millones de personas…¿una diferencia demasiado llamativa, no?…especialmente si echamos un vistazo a alguna de las muchas fotos que circulan por la red.

Claro que ya sabemos todos el cambio radical sufrido en ese diario que espera superar sus problemas financieros arrimando el ascua a la derecha gobernante sin darse cuenta de que en el camino está perdiendo a muchos de sus lectores habituales que se sienten defraudados ante ese cambio radical en su línea editorial.

Pero no es el único ejemplo que podríamos poner: si echamos un vistazo a la prensa cavernícola (arriesgándonos a un dolor de tripas), se puede leer en La Razón: “22M- violento asalto de la izquierda radical a Madrid”( no podemos esperar menos de Marhuenda)… o cómo el diario El Mundo pone el énfasis en la contienda final destacando el número de policías heridos y olvidándose de que posiblemente esa violencia callejera haya sido convenientemente  preparada por los cuerpos de seguridad del Estado, que “pretendían” que la multitudinaria manifestación se disolviese en media hora (algo imposible dada la alta participación) para tener la excusa de dar la leña que tan habituados están a dar con el beneplácito de su “jefa” Cristina Cifuentes…

Recordemos en este caso cómo El Mundo cesó hace poco a “Pedro Jota” por estar enemistado con Rajoy y su gobierno, lo que restaba ingresos al diario que dirigía…

No es algo que ocurra sólo en la prensa nacional, ese mal también aqueja a la regional y local. En la prensa canaria, podemos ver cómo en La Opinión o La Provincia (ambos diarios pertenecientes a Editorial Prensa Ibérica) la noticia sobre las manifestaciones celebradas en Canarias apenas merecen ser destacadas y aparecen “difuminadas”. De hecho, en La Provincia ni siquiera merecen ser portada y prefieren destacar una información referente al Oasis de Maspalomas, en la defensa que llevan haciendo del Grupo Riu desde hace un tiempo (más intereses creados)…mientras que para Canarias7 no debió haber pasado nada, ya que no sólo no aparece en portada aunque sea de forma “reducida”, sino que simplemente se limita, en páginas interiores del formato digital a reproducir lo redactado por la Agencia EFE…

Esto es sólo un ejemplo. La verdad es que hace tiempo que gran parte de la prensa (especialmente la que aún publica en papel) está mediatizada por pura economía de mercado, y aferrándose a lo que sea con tal de no perder ingresos publicitarios desde los centros de poder, aunque a veces caigan en contradicciones o tengan que sesgar la información…

En la ciudad de Telde, tristemente famosa en los últimos años por todo lo malo que ocurre en ella, hasta el punto de casi hacer olvidar sus muchas virtudes, también se puede ver ejemplos de todo lo mencionado, y cómo algunos marrulleros metidos en política se hacen con el control de diversos medios “informativos” con tal de influir sobre parte de la población, aunque cada vez engañan a menos…

Por suerte, aún existen medios y periodistas que se niegan a esas manipulaciones, aunque se enfrentan a problemas para poder mantenerse a flote debido a las presiones (recordemos, por poner un ejemplo, lo que ha tenido que sufrir el Grupo Canarias Ahora por parte de José Manuel Soria, o cómo algunas plumas de prestigio han tenido que acabar montando sus propios periódicos digitales y recurrir a la financiación a través de sus lectores con el fin de salvaguardar su propia integridad como profesionales que son: El Diario.es o InfoLibre son claros ejemplos…

Quizás hemos llegado a un punto en donde tenemos que ser meticulosos con todo lo que leemos y contrastar continuamente la información que nos llega si no queremos ser intoxicados por esa desinformación interesada y hacer una labor de criba para mantener un mínimo de salud mental…