Sus mentiras matan, señor Rajoy…

Sus mentiras matan, señor Rajoy. Matan a los ciudadanos, matan la fe en la Democracia, matan la esperanza en la recuperación para el común de la población.

Cuando afirma que sus decisiones “son lo mejor para el conjunto de la Nación Española” y vemos un día sí y otro también que los únicos beneficiados son los altos empresarios y las grandes fortunas mientras el pueblo empobrece a pasos agigantados, está mintiendo y matando las esperanzas de muchas personas que se sienten hundidas en un pozo sin fondo…

Cuando afirma triunfante que está reduciendo las cifras del desempleo, y sabemos que hay medio millón de parados más que cuando usted llegó a La Moncloa, y que, no sólo eso, sino que además lo que desciende realmente es el número de personas desempleadas que se apuntan en las listas del SEPE (antiguo INEM) dado que se sienten estafadas y han perdido toda esperanza de que desde ese “Servicio Público” en vías de privatización se les proporcione un puesto de trabajo mínimamente digno, no sólo está mintiendo sino que está acabando con la ilusión de millones de familias…

Si añadimos que el poco empleo que se crea es temporal y a jornada parcial, incluso por una o dos horas al día, consiguiendo que España sea un país donde gran parte de la población trabajadora esté en situación real de pobreza, su mentira es ruín y despreciable…

Cuando presume de “recuperación económica” mientras la realidad es que la deuda pública ha alcanzado con usted unos niveles alarmantes que rozan el cien por cien del Producto Interior Bruto (PIB) y que, “gracias” a su acuerdo con el Gobierno anterior y su modificación “express” de la Constitución (esa misma que para ciertas cosas es “intocable”) es prioritario atender a los mercados financieros antes que al pueblo al que usted se debe, está mintiendo e impidiendo que alguna vez los de a pié podamos ver la luz más allá del túnel en que esos mismos mercados y esa política capitalista que usted admira nos ha metido…

Cuando su Gobierno condena, por un lado, el ataque israelí a la escuela de la ONU en Gaza, mientras por  el otro vende munición a Israel y “asegura” que esa munición no se está usando contra los palestinos, no sólo miente, sino que falta al respeto al pueblo al que usted se debe ya que nos toma al por imbéciles…

Cuando nos habla de “regeneración democrática” y de que en los ayuntamientos debe gobernar la lista más votada, vuelve a mentirnos a todos, olvidando que la voluntad de la mayoría es lo que debe prevalecer y que esa medida es electoralista ante el miedo a perder el poder en las capitales más importantes, como Madrid o Valencia…

Como no es de recibo que nos hable de regeneración democrática cuando los casos de corrupción dentro de su partido se han convertido en el pan nuestro de cada día y nos hayamos acostumbrado a levantarnos cada mañana con algún nuevo escándalo en las filas del PP y usted se limite a echar balones fuera…

Cuando nos dice que “los recortes son necesarios para la recuperación del país” y centra esos recortes en la Sanidad y la Educación y precariza los salarios laborales mientras todos los años (siempre en verano) destina partidas adicionales al presupuesto de Defensa  (esta vez 914 millones de más), sigue mintiéndonos a todos…

Cuando realiza una reforma fiscal y nos dice que es para el beneficio de todos los españoles, pero a poco que se analicen los cambios se ve claro que los verdaderos “beneficiados” son los de siempre (las grandes fortunas), continúa mintiendo al pueblo…

Se pueden seguir enumerando mentiras y más mentiras suyas, señor Rajoy, pero la lista sería interminable. En otros lugares del mundo, una sola de ellas habría bastado para que quien representa al Estado se hubiera visto obligado a dimitir, pero ya sabemos que, por suerte para usted y los impresentables que le acompañan, “Spain is different”…